Esta obra, fue pensada, orada y meditada durante un largo trayecto del camino, desde que inició la Fundación Cristo Rey en 1994. Desde entonces se vio que la obra podría dar mejores y abundantes frutos y tener continuidad y permanencia en el tiempo y en la historia, con la presencia de una comunidad religiosa, que por vocación propia, se dedicara a servir a Dios en esta Misión tan grande y bella, que el Divino Maestro nos encomendó, y que por voluntad suya, quiso que se iniciara en este pequeño pueblo de Albania Santander, con la obra del Hogar Geriátrico «El Edén de la Esperanza», para ancianos desamparados, iniciado el 11 de Julio de 1995, y posteriormente, el 9 de Octubre de 1999, con la Emisora Comunitaria Nuevo Horizonte, en el mismo Municipio.
La obra se empezó a trabajar con laicos, hombres y mujeres de corazón bondadoso, lleno de Dios, quienes fueron y siguen siendo un gran apoyo y fortaleza en este duro caminar, pero también hemos visto que aunque son personas generosas, entregadas a servir, no pueden dedicarse por completo a la obra, y estas obras, necesitan personas consagradas de tiempo completo, y no siempre se consiguen personas generosas, que tengas la voluntad de servir desinteresadamente, y quienes siempre lo han hecho, ya están cansadas, enfermas y con deseo de que alguien los reemplace.
Esta realidad, nos llevó con mayor empeño a pedirle al Divino Maestro, que nos concediera la luz, la gracia y el permiso, si esa era su Divina Voluntad, para iniciar la Fraternidad Misionera de Cristo Rey y de María Inmaculada. Los hombres pasan, las obras quedan y deben continuar. La obra de Dios no se puede detener. Se necesitan obreros dedicados a su obra. Hay corazones generosos, con gran deseo de consagrarse a Dios; hay que buscarlos, atraerlos y brindarles la oportunidad y ayudarles a realizar este ideal. Y nuestra Fraternidad, es esta oportunidad.
Así, nace esta obra maravillosa de Dios, el día domingo 27 de Mayo de 2012, solemnidad de Pentecostés, como una respuesta al año de la fe, promulgado por su santidad Benedicto XVI.
Esta obra, fue inspirada por designio de Dios, al Padre Jorge Armando Fajardo Téllez, quien obedeciendo al llamado de Dios, inicia esta maravillosa pero difícil obra, puesta su confianza solo en Dios, bajo la protección maternal de la Santísima Virgen María, Madre Inmaculada y los santos patronos San Pablo apóstol y San Francisco de Asís.
En la ceremonia de iniciación, el Padre Jorge, en compañía del Hermano Elver juvenal López Trochez, tomaron el hábito religioso, que los distinguirá como hermanos de la Fraternidad Misionera de Cristo Rey y de María inmaculada.